Personal de la Dirección Regional Pacífico Central, la Unidad Móvil, el Centro de Intervención Temprana, el Equipo de Albergues y las Oficinas locales del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) de Puntarenas y Barranca han atendido 205 niños, niñas y adolescentes y sus familias en los albergues abiertos por la emergencia ocasionada por las lluvias.
La labor se centra en garantizar que los niños, niñas y adolescentes se mantengan con sus familias, prevenir situaciones de riesgo y vulnerabilidad, desarrollar actividades recreativas y educativas, garantizar la salud y alimentación y atender algunas necesidades específicas de las familias.
Sobre la convivencia en los albergues, se trabaja con los padres y madres para que tengan a sus hijos e hijas bajo cuidado y protección permanente (nunca solos), trasmitirles paz, cariño y esperanza; conversar sobre lo que está pasando y cómo se sienten y buscar ayuda de las autoridades ante cualquier situación de negligencia, castigo físico, abuso y violencia.
Con los niños, niñas y adolescentes se desarrollan actividades lúdicas (juegos, lectura, pintacaritas, inflables, bailes y globos) y se da acompañamiento emocional, mientras se vuelve a su entorno habitual, vecinal, escuela y el contacto con sus pares.
La Directora Regional del Pacífico Central, Flor Jara destacó la coordinación entre el PANI, la Comisión Municipal de Emergencias, la Municipalidad de Puntarenas, el Instituto Mixto de Ayuda Social y el Ministerio de Salud que han desarrollado la logística para garantizar la atención integral de las familias y en forma prioritaria de cada niño, niña y adolescente durante esta emergencia.