San José, 15 de mayo, 2013.- A partir de hoy el país cuentan con una serie de lineamientos y orientaciones prácticas para articular y potenciar los esfuerzos de las instituciones públicas y las comunidades dirigidos a prevenir la violencia contra la niñez y la adolescencia en seis dimensiones: el hogar, la escuela, las comunidades y los lugares de trabajo así como la violencia asociada al tráfico de drogas, la explotación sexual comercial y trata y contribuir al cumplimento de los derechos de la infancia en el marco de los Sistema Locales de Protección.
El documento presentado hoy por el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, el PANI, el Ministerio de Justicia y UNICEF, fue elaborado para dar seguimiento a las recomendaciones emanadas del Informe de Naciones Unidas sobre Violencia contra los niños, niñas y adolescentes y cumplir con lo establecido en la Convención sobre los Derechos de la Niñez y el Código de la Niñez y Adolescencia de Costa Rica en relación con la protección de la infancia.
La propuesta se elaboró a partir de un proceso de consultas con actores institucionales y adolescentes de los cantones de Santa Cruz, Los Chiles, Heredia y Aguirre. Las consultas realizadas muestran que:
- Para la población adulta la violencia en el hogar y la familia (85%) ocupa el primer lugar en percepción de ocurrencia y prioridad, seguido por la violencia asociada al tráfico de drogas (50%) y la explotación sexual y trata (29%), desplazando a la violencia en la escuela a una cuarta prioridad (17%).
- Los adolescentes coinciden en asignar el primer lugar a la violencia en el hogar y la familiar, pero asignan con fuerza el segundo a lugar a la violencia en la escuela y el tercero al tráfico de drogas. No hacen referencia ni muestran preocupación por la dimensión de la explotación sexual comercial ni la violencia en el trabajo.
- Entre las principales expresiones de violencia se identifican las siguientes:
A partir de las prioridades identificadas en cada una de las seis dimensiones el documento plantea una serie de lineamientos y acciones que las instituciones y las comunidades puedan impulsar para prevenir la violencia. En ellas se mencionan:
En la familia:
- El trabajo creativo y sostenido con padres, madres y personas encargadas de la crianza para promover el conocimiento sobre el proceso de desarrollo de la niñez y adolescencia, la eliminación del castigo físico, resolución alterna de conflictos familiares, prevención del abuso sexual y la denuncia de situaciones de violencia.
- El incremento de las condiciones de seguridad personal y protección contra la violencia para la niñez y adolescencia mediante servicio de atención prenatal y en los primeros años de vida, programas de visita domiciliar para control y crecimiento y desarrollo infantil y servicios de salud sexual y reproductiva con atención diferenciada para adolescentes.
- Incremento de las condiciones de seguridad del grupo familiar promoviendo servicios de atención a familias con drogodependientes, mayores controles a la venta de alcohol, denuncia de trasiego de drogas y de armas.
En la Escuela:
- Trabajo creativo y sostenido con la comunidad estudiantil, para el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes relacionadas con el cuido y valoración de sí mismos, el respeto recíproco entre géneros, la solución no violenta de conflictos familiares, entre pares y entre alumnos y docentes.
- Capacitación periódica de docentes para la identificación y manejo de situaciones de riesgo de violencia.
- La atención y seguimiento de estudiantes con patrones de comportamiento violento.
- Organización de la participación de docentes, padres y estudiantes en la conformación y apropiación de espacios seguros para el ocio y la recreación.
- Uso de normas y regulaciones para la convivencia en el centro educativo construidas o validadas con la comunidad estudiantil.
- Mejoramiento de infraestructura, vigilancia y control de áreas problemáticas.
Violencia Asociada a tráfico de drogas
- Creación de círculos de diálogo entre pares con acompañamiento profesional para identificar, desculpabilizar y atender el consumo de alcohol y drogas.
- Mejoramiento de los niveles de empleabilidad de la población adolescente y de sus madres, padres y responsables.
- Asistencia a niños víctimas indirectas de delitos.
- Acompañamiento a adolescentes con sanciones socioeducativas.
- Recuperación de espacios públicos y su habilitación como espacios seguros para la recreación de niños, niñas y adolescentes.
Cada una de las dimensiones de acción va acompañada de un conjunto de indicadores Objetivamente Verificables (IOV), diseñados para medir el grado de cumplimiento que pueden ser adaptados la realidad de cada uno de los cantones, de acuerdo con sus características y circunstancias sociales, económicas, culturales y tradicionales.
