Entre de las recomendaciones se encuentra el colocar un papelito en el bolsillo de la persona menor de edad con los datos de su hijo o hija y cómo localizar a sus familiares. También es importante que en el caso de los y las adolescentes se defina un punto de encuentro en caso de que alguno se separe del grupo.
También se habló de la importancia de velar por la seguridad de esta población, vigilando que no realicen actos que puedan poner en riesgo su salud o su vida.
Para ello se contó con la participación de payasos y pintacaritas en los dos toldos que se ubicaron en el recorrido del desfile. Y los funcionarios y funcionarios realizaron recorridos donde también aconsejaban a las personas sobre las mejores prácticas de protección para sus hijos e hijas.
“Considero que por nuestra parte, la labor se cumplió a cabalidad. ello por cuanto, no nos vimos en la necesidad de tener que proceder a institucionalización de ningún niño, niñas o adolescente, producto de ese evento y esa es fundamentalmente la labor para la que nos preparamos. El objetivo es que las estadísticas de niños y niñas extraviados vayan disminuyendo significativamente en estos eventos, nunca lo contrario, producto de la otra labor más de carácter preventivo que la institución realiza con una adecuada coordinación institucional con las autoridades policiales, las representaciones y llamados que hacemos ante los medios de prensa, y el voceo a las familias de que cuiden y acompañen más a sus hijos e hijas a través de las recientes campañas PANI”, agregó González.
POCAS PERSONAS MENORES DE EDAD ATENDIDAS
Únicamente 10 personas menores de edad fueron atendidas durante el Festival de la Luz por las funcionarias y funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
La mayoría de estos casos se trató de casos por extravío, mismos que fueron resueltos de manera inmediata por los compañeros y compañeras de la institución.
Geovany González, encargado de eventos masivos del PANI indicó que “todas las situaciones fueron resueltas satisfactoriamente, regresaron con sus familiares, a los que se les realizó el apercibimiento correspondiente. Un adolescente parte del grupo de jóvenes de la Aldea Arthur Gough, hubo de trasladarlo de regreso a la Aldea por disposición de la encargada de la tarima PANI. Otro adolescente dada la valoración que se hace, su situación será referida a la Oficina Local de Alajuelita para seguimiento por aparente negligencia de los encargados”.
Para más información:
Ana Victoria Amenábar
Oficina de Prensa
Patronato Nacional de la Infancia
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