En el caso de venta de licor a menores de edad, que es una de las situaciones de riesgo que más se atiende, una vez localizado el niño, niña o adolescente, la Fuerza Pública y la Municipalidad dictan los apercibimientos o advertencias para el cese de la venta que puede llegar hasta el cierre del negocio.
A la vez, el PANI protege a la persona menor de edad, lo traslada hasta su casa y dicta advertencias a sus padres, madres o encargados, y en última instancia dicta medidas de protección de abrigo temporal en alternativas de protección (por ejemplo en adicción), manifestó la Licda. Ana Victoria Jiménez, Coordinadora de la Oficina Local del PANI en San Ramón.
Para el Presidente Ejecutivo del PANI, MSc. Mario Víquez Jiménez “si bien las Instituciones del Estado hemos realizado los esfuerzos pertinentes, a efecto de que se ejerzan los controles necesarios para que en dichas fiestas no se expenda bebidas alcohólicas a las personas menores de edad, la realidad de las intervenciones institucionales ha demostrado que, en años anteriores, durante y al final de cada día de festividad, aparecen en el campo ferial y sus alrededores personas menores de edad alcoholizadas”.
Agregó que ante esta realidad, que rebasa los esfuerzos de las Instituciones y de los organizadores de la actividad, la posición oficial del Patronato Nacional de la Infancia es que “debería de prohibirse la venta y el consumo de licor en general en estas fiestas”.
Víquez también insta a los padres y madres de familia para que, en el ejercicio de sus derechos de autoridad parental, sean muy celosos en cuanto a las autorizaciones que brinden a sus hijos menores de edad, para participar en estas actividades sin supervisión adulta adecuada.
En el 2009 en las Fiestas Cívicas de Palmares se atendieron 100 personas menores de edad en riesgo por permanencia en bares, venta de alcohol, explotación laboral, explotación sexual, extravío, mendicidad, y por adicción.