Desde esta perspectiva, los valores institucionales han de ser vividos con plena conciencia, de manera atenta y reflexiva, a partir de su significado:
Respeto: Escuchar con atención al otro, no pretender cambiarlo, emitir un criterio ante lo que nos manifiestan, si se ve oportuno y las circunstancias lo recomiendan.
Solidaridad: Estar al lado del otro, pronto a ofrecerle colaboración, no de manera coyuntural, sino como una actitud constante. Implica estar atento al otro y sus necesidades.
Compromiso: Estar juntos, con el objetivo de sacar adelante una tarea, una misión, uniendo lo mejor de las voluntades y esfuerzos.
Responsabilidad: Responder de manera cotidiana y constante a los deberes libremente asumidos, razón por la cual vinculan aún más.
Comisión de Ética y Valores
Patronato Nacional de la Infancia