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San José, 15 de diciembre del 2013. Una niña de cuatro meses que tiene tres de estar con una familia adoptiva gracias a una entrega directa, dos familias que adoptaron a cuatro hermanitos y que propician que se mantenga la relación, un bebé con necesidades especiales que desde hace ocho meses tiene papá y mamá, son parte de los 110 niños, niñas y adolescentes ubicados este año con familias adoptivas se reunieron este domingo 15 de diciembre, a las 10:00 a.m., en el Colegio Monterrey en Vargas Araya, con el objetivo de celebrar el sentido de pertenencia a un grupo familiar y constituirse en agentes multiplicadores en la motivación para la adopción de otras familias.
Este es un espacio, que por segundo año se realizar con el fin de que las familias adoptivas (149 padres y madres) se sientan acompañados, hablar el mismo idioma, aprender de la experiencia de los demás; y para que las niñas, niños y adolescentes se relacionen con otros que llegaron a tener familia por medio de la adopción.
El Patronato Nacional de la Infancia tiene como política preservar la unión familiar y facilitar que los niños, niñas y adolescentes se desarrollen dentro de un seno familiar seguro y estable donde logren desarrollar de manera integral. Cuando este derecho se suspende dentro del núcleo familiar de origen, se cuenta con un nuevo sistema familiar a través de la adopción.
Para la Coordinadora del Departamento de Adopciones del PANI, Licda. Lilliana Saborío “La adopción de un niño, niña o adolescentes se convierte en la menor alternativa de protección que les asegura su desarrollo integral dentro de una familia debidamente valorada y compatible con sus necesidades, de ahí que se considere que el espíritu de la valoración y selección de las familias es con la finalidad de asegurar la familia idónea para un niño, y no lo contrario”.