La propuesta implica que los bancos públicos comerciales (Banco Nacional, Banco de Costa Rica, Banco Popular y Banco Crédito Agrícola de Cartago), el Instituto Nacional de Seguros, el Instituto de Acueductos y Alcantarillados y el Instituto Costarricense de Electricidad, así como sus subsidiarias, destinen de sus partidas presupuestarias de “información, publicidad y propaganda” un 25% a campañas de promoción de una cultura de paz en los hogares costarricenses.
Para dichas campañas, el contenido temático será aportado por una comisión técnica conformada por el Patronato Nacional de la Infancia, el Ministerio de Educación Pública, el Hospital Nacional de Niños y la Defensoría de los Habitantes. Mientras, cada entidad patrocinadora mantendrá su presencia de marca (imagen institucional) en la publicidad de los valores que promueva.
Así mismo, se establece la obligación del Ministerio de Educación Pública de incorporar a sus planes y programas la prevención del maltrato infantil y la promoción de una cultura de paz.
“No propongo quitarle recursos a unas instituciones para dárselos a otras, tampoco se trata de crear más impuestos, lo que se propone es invertir dineros ya presupuestados por
las empresas comerciales del sector público, para frenar la violencia en los hogares y en construir una mejor sociedad desde sus bases”, afirmó el Diputado Gerardo Vargas Rojas.
El proyecto propone crear programas y mensajes que calen en los hogares, en la niñez, en los adolescentes y en toda persona que resulte vulnerable ante las acciones de violencia y al mismo tiempo, ir erradicando ese comportamiento malsano y sustituirlo por valores de paz, respeto, tolerancia y disciplina positiva dentro de los hogares costarricenses. “Es un cambio cultural profundo que debe nacer desde los hogares aunque sea estimulado por un programa que promueva una cultura de paz” –acotó el Diputado Vargas Rojas.
La idea es que ¢1 de cada ¢4 que se ha presupuestado en información y publicidad en las instituciones citadas, pueda destinarse al patrocinio de actividades de información, sensibilización o educación para una cultura de paz en los hogares costarricenses, con los contenidos que brinde la Comisión Técnica que indica la ley.
Hoy día los recursos que los bancos públicos, el INS y el AyA, destinan para Información, Publicidad y Propaganda son aproximadamente ¢24.600 millones, suma que no toma en cuenta al Institutito Costarricense de Electricidad (ICE), ni sus subsidiarias, debido a la protección legal que goza por el giro de sus negocios.
Lo anterior significa un monto no menor a los ¢6.000 millones anuales, que el proyecto propone que se destinen a financiar la promoción de una cultura de paz en los hogares costarricenses. Al incluir al Instituto Costarricense de Electricidad y sus subsidiarias, conservadoramente se estiman en más de ¢10 mil millones la inversión total en dichos programas, lo cual ha de tener un gran impacto en la sociedad costarricense.
«Nunca un dinero público destinado a publicidad será mejor invertido que este, que será destinado a crear una cultura de paz en nuestros hogares; será dinero para salvar miles de vidas, para mantener intactas miles de ilusiones y fantasías infantiles, será dinero público, dinero sagrado, que nos ayudará a construir una sociedad mejor», sentenció el proponente Vargas Rojas.
Adjunto: Cuadro informativo con propuesta de inversión para implementar esta ley.